De nuevo con los
sueños cromáticos aparentemente alejados de lo cotidiano. En
ocasiones al soñar uno es consciente de ocupar un espacio poco
explorado, o percibir una perspectiva tan plena, que aparca hábitos
cotidianos de percepción dejando a estos “espacios” y “tiempos”
del pensamiento sobre-impresionarse de factores fugaces en lo
cotidiano., pero que se tornan lo suficientemente estáticos en esas
recreaciones oníricas tan evidentes en su representación. Como
difíciles de asumir separadas de lo cotidiano, por mas absurdas que
sean. Como lo es un pez persiguiendo a un gato.
Su propia
manifestación tan colorida o de formas geométricas imposibles en
estado de vigilia, deberían disparar en el soñador mecanismos de
alerta sobre la posibilidad percibida como relato cotidiano.
Sin embargo no
siempre nos lleva a considerar lo experimentado como ilusorio.
Podemos ver con lentitud suficiente, el paso de un color a otro. La
transformación de un rostro conocido en otro rostro, en cualquier
cosa con total normalidad y aceptación.
Esta noche uno de
estos sueños me ha cautivado el espíritu. Sin embargo por mas que
lo deseo soy incapaz de ir mas allá de ¿La memoria?.
Recuerdo estar en
algún lugar rodeado de personajes que evolucionan en sus
manifestaciones volviéndose estas cada vez mas incomprensibles.
Le preguntaba a
uno de estos digamos sujetos que significaban esos cambios. Lo miraba
de frente y de repente se encuentra de perfil y veo que tiene 3
piernas, una de ellas de color azul. Debo admitir que era consciente
de ver algo truculento.
Me contesta que
algo en mi conoce y no siente la necesidad de explicar, le gusta el
tránsito y la sorpresa. Es un truco pero no conoces si lo hago yo.
Ya te asaltan las dudas que carecen de fundamentos sólidos para
explicarse.
Me encuentro en
una habitación mas bien obscura, pero para nada sombría. Me
acompaña una chica
a la que siento
como lo único real. Creo recordar que tampoco ella sabe donde esta
ni porqué.
A nuestro
alrededor desfilan simpáticos animales de vivos colores. Y aparecen
mas sujetos desconocidos. Se me acercan algunos de ellos y siento
cierta inquietud.
Se supone que
todo esto lo he aprobado conscientemente en algún momento, pero no
estoy muy seguro ahora de haber tomado la decisión correcta.
Intento abrir una
puerta recién aparecida a mi lado. El pomo es de metal y parece frio
al tacto.
La chica me
convence de cerrar la puerta. ¿No recuerdas?, tu aprobaste todo
esto
Soñar es a veces
como aparecer en un cuadro y ser capaz de deslizarte por el. Espacios
planos o profundos parecen converger. El soñador mismo debe ser
percibido por cualquier observador como un calidoscopio de colores.
Colores ya dados en la tela del cuadro. Un fugaz o persistente objeto
que va de un lado a otro. Como el reflejo creado entre el cuadro
pintado. Entre la obra de arte y el cristal. Y la perspectiva de
quien mira y su propia atención. Unos pocos fotones impersonales sin
fundamento arrancaran o realzaran colores.
Incluso puede
estallar el cristal cambiando todo el concepto de la obra protegida,
pero tan solo durante un instante.
Yo aprobé todo
esto, y ni tan siquiera soy capaz de preguntarme en que momento lo
hice. Tampoco donde estaba o que cosa era.
Mi deseo era
poder escribir sobre el relato del sueño. Al despertar uno se cree
con el poder de manejar los recuerdos. Incluso cree haber aprendido
algún arcano conocimiento.
Pero al intentar
poner por escrito tanto símbolo.
Te preguntas si
no es ahora cuando estas dormido.
(c) Abufalia 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar