jueves, 14 de julio de 2022

Los jóvenes y su lenguaje.

 







Acabo de regresar de un corto paseo al centro de la ciudad. Sigue la Luna reinando solitaria llena y amarillenta. La he mirado entre las luces de farolas, calles y edificios. Moviéndome en busca del ángulo preciso que permita su visión. En estos tiempos de luces exteriores, que opacan las estrellas. Se dice rendir pleitesía a lo natural. Pero no he visto a nadie mirando la Luna. Las luces actuales no son las luces del renacimiento. Las pretendidas luces que crearon la Diosa verdad y la guillotina. Las luces actuales no están dentro de las personas, tampoco es que lo habitual haya sido algo más que pretender seguir con vida, hasta la llegada del siglo 19 la vida no era fácil para nadie, ni valía más que la capacidad de defenderla. Como ya he dicho en otros párrafos la luz actual está cerca del suelo. Cerca de la cara en una mano. Esa luz azulada, como una estampa religiosa antigua, presta a recordar su obligación al creyente. De unas 93.000 palabras que posee el idioma español la persona promedio usa unas 500. El joven promedio actual usa y conoce menos de 200 palabras. Hablando con los jóvenes se aprecia al aumentar el nivel del lenguaje. Y cuando les he dicho que no me entienden porque no poseen cultura. Me miran avergonzados. Me comentaban dos de ellos alegremente que no habían terminado la secundaria. Estuvimos discutiendo. Les dije que si no terminaban la secundaria lo tenían muy mal. Poseo la ventaja de la edad y de fumar porros con ellos. Me perciben algo más cercano a ellos. Y son capaces de aceptar lo que les es mostrado de manera objetiva. Al final al menos uno de ellos me dijo que se lo pensaría. En minutos estaban todos hablando con sus novias. Mostrando estas una dependencia o control enfermizo. Enfatizo control y enfermizo ya que el chaval movía el teléfono, para que su piba viera con quien estaba. Así tuve que saludar a una cara de pocos amigos. Y así continuo hasta que me marche y se quedaron en bucle. Ya que así suelo encontrarlos. Fumando porros, no haciendo nada y convencidos que están disfrutando. Tampoco eso es exclusivo de los jóvenes. 200 palabras-250, y usando el móvil se usan menos palabras. Y se crea argot. Simplificar la manera de comunicarse, simplifica la manera de pensar. Y lo que pienso que realmente se persigue es que se usen 50-100 palabras. Y porqué motivo esta cantidad ¿? Pues porque a una I.A. le es mas fácil trabajar con poca densidad de entrada, de input. A menos palabras más capacidad de proceso y velocidad de salida. Todos somos engranajes de la economía, que es el flujo de oportunidades moviéndose. A menor distancia más posibilidad de “pillar cacho”. La distancia es Bancos comerciales, banca, bolsa de valores. La otra es la capacitación para estimar y realizar, operaciones exitosas. Por eso es una falacia hablar de igualdad. Hablar de igualdad de oportunidades y de desigualdad es pura metafísica. Ya que para “detectar” una oportunidad, es preciso tener la capacidad de detectarla. Tienes que verla, y eso requiere poder hacerlo. Y no todos pueden. Al igual que todos somos diferentes en algo. Una cosa que compartimos es la credulidad política/religiosa. En eso somos casi iguales.  

Hoy la Luna finalmente no me ha dicho nada. Siempre es mejor hacer el intento desde el bosque. La conexión ha sido mucho más social y de la calle. En verano Gavà se queda bastante despoblado. Una noche iré a la playa a tomar alguna cerveza. Recuerdo hace dos años y espero estar más tranquilo este año. Tampoco me agrada ese ambiente. Hace ya años que a la playa solo voy de noche. Hablar con alguien que estará medio borracho tampoco parece muy estimulante si tu no estas igual. Y es esa cercanía que buscamos, ese gregarismo puede traer moldes de comportamientos no deseados. O ya los ha traído.  

En casa he ganado espacio. Tirar la ropa ha sido genial. 

 

 

 

Fui a Media Mark, Barna Sud, a comprar ropa, regalo autor regalo de cumpleaños ya 64. Había andado todo el día y al hacer la tarde me fui andando. No había dependientas y al ver toda aquella ropa, me encontré perdido. No había comido nada, todo empezó a dar vueltas y tuve que pararme y apoyarme en algo. Tras esto fui a comer algo y regresé. Por suerte al final tras preguntar me dijeron donde se encontraba la ropa de hombre. Y me alivió ver que ocupaba unos dos metros. Pille dos pantalones y tres polos. Y otros rollos.  

Aún me faltan cosas, poco a poco iré haciendo alguna compra. Y es este debo reconocer un anhelo que no existía antes. Y bienvenido sea, espero. 

Ya puedo entrar en lo poético ahora. El fresco está tomando la casa entrando por la ventana de la terraza. Lo siento moverse a mí alrededor. Es posible termine moviendo la mesa de despacho y la ponga frente a la ventana. Seria super cómodo escribir sin tener que levantarme a mirar por la ventana. Solo alzando la vista y lanzando la mirada esperando su rebote. Como he dicho muchas veces, soy muy afortunado de vivir en este maravilloso lugar. Y en este maravilloso tiempo. Difícil para los más jóvenes. Pero ya se preparan para vivir sin ser ni estar ellos mismos. Realmente todos hemos hecho lo mismo. Hasta que el tiempo, la madurez, la sabiduría o la clara percepción de la muerte inminente te hace que te detengas. Que reflexiones que estás haciendo con tu vida y si es eso lo que deseabas. Y hay deseos que implican a terceros. Y encontrar compatibilidad para seguir creciendo, avanzando hacia la meta. En mi caso la meta es la muerte. En ese evento podré o no corroborar mis creencias. Hasta ese preciso instante seguiré buscando explicaciones y hallando procedimientos. Porque estos existen y son operativos trabajando con la realidad.  

Necesito descansar. Si no lo hago no puedo parar de escribir.  

 

 

14/07/2022 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar

La música de mi amigo.

  Denominar sólo música es quedar corto. Es una obra filosofica/psicologica y más cosas que iré descubriendo, recordando. Tengo el placer de...