La noche pugna con la Luna para recorrer la superficie ganada
al planeta; ahora suya por la ausencia del sol, pero difuminándose un poco entre
los brillos tenues de los cabellos de la luna. Se desplaza con sigilo entre las
bajas plantas, espinosas unas y tersas como la yerba verde y fresca otras. Un
enorme jabalí cruza a toda velocidad el anfiteatro moderno, con sus bancos de
madera carcomida por la humedad, rodeados de césped y bosques. Formando un semicírculo
que abraza un escenario, donde se ejecutan piezas musicales por los más
variados artistas, estilos y performances. Rápidamente se pude percibir una
corredera de 5 pequeños y veloces jabatos; flanqueados por la madre o padre jabalí
y un potente rugido. La familia ha
pasado a menos de 20 metros de mí. Noto el corazón acelerado al recordar el
tamaño del animal. La rata debe ocupar hace rato, el lugar más alejado en el agujero
donde olisquea el aire.
Una suave brisa va surgiendo del este hacia el sur, trae
frescor y olores de mil fragancias. El espíritu
del este me llama. Me sacude a veces con inusitada fuerza, como mostrándome una
dirección. Los cuatro vientos olvidados. ¿Desean confundirme o ya estoy confundido?
En ocasiones me siento como si casi fuera otra vez. Pero es solo eso, un
sentimiento fugaz. Hay que buscar el estado donde se es dejando de ser.
La marcha ha debido ser rápida o los pensamientos
absorbentes. Ya me encuentro en la parte más elevada de este pequeño monte.
Antes podía verse la playa desde la cima, según me informaron unos simpáticos abuelos.
Ahora ya no se puede ver por qué los árboles que bordean el horizonte de la
playa han crecido mucho.
Pájaros que no he podido todavía identificar embellecen las
mañanas y ciertas horas. Ahora dormidos para ceder el espacio a otros viejos
moradores. Incluso el cielo se ha lavado la cara y cientos de estrellas brillan
en su piel.
Como tantas otras veces tan solo tuvo que caminar y
detenerse para recoger aquello pedido. Es un lugar tan extraño el mundo, o tal
vez debo decir la realidad.
Ángel
navarro batista © Abufalia 30/10/2017
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