sábado, 18 de marzo de 2023

Cosas de Marzo

 


Entre la sombra y cierta duda de llovizna avanzo por la calzada envuelto entre los sonidos de coches y camiones, como una densa bruma arenosa, se percibe en la mente como un cosquilleo electrico. Por fin han pasado los vehiculos arrastrando tras ellos parte de mi percepción. Se aquieta la mente con el silencio estatico, agradable, fino y deseable. Marzo ya se encuentra en su plenitud mostrando los nuevos colores en los árboles y flores. Incluso los jabalies han aumentado su actividad, ya puedo volver a verlos de nuevo  correteando por la riera. Los esparragos ya van siendo cortados. Los pájaros han regresado y parecen festear la vuelta. La vida que ahora me falta, se ha congregado para invitarme a volar. Perto mis alas estan rotas una vez más, ahora doblemente rotas.  Sin embargo no deja de extasiarme la visión y el disfrute de esos colores, de esa luz especial que el Sol regala a sus seres evolucionados.  Del rojizo marrón de arbustos y árboles entre los azules y carmesí del cielo circundante. De esas nubes vaporosas o densas, las gaviotas volando cansinas por el eter. Ese peculiar ruido de las palomas al alzarse en vuelo. La rambla sigue soltando hojas tremulas cayendo en espiral, moviendose en el suelo en espiral, empujadas por el viento erratico.  Recuerdo aquel chico que vivia en una camioneta azul, de su bellisima hermana rubia, de pelo corto, ojos vivaces y de rápido movimiento. Me regaló una piedra de opio. Ahora me vendria tan bien un poco de ese opio. Me conformo con el cannabis. El dolor fisico es todavia potente, el emocional posible sea más doloroso. El dolor de la existencia cuando parece ir contra uno. Pero es en apariencia, no sacar conclusiones precipitadas de las experiencias.  La mano que la policia me torturó me duele ahora más. Debo añadir que tengo parte de la culpa en el suceso de la mano, pero el agente se pasó tres frenadas. A lo pasado mejor futuro.

Andar es tan importante para mi, es una manera de quemar energia  sobrante o nervios, no sé. Cada día me recorro unos 4 o 5 Km, o minimo 2 Km. Antes lo hacia sin cansarme, mirando, oliendo, escuchando, sin cansarme. Ahora es una imposición. Pero no puedo evitar, y posible incluso lo sea en exceso, el seguir contemplando la vida extendedia ante mi. La belleza del existir en este hermoso tiempo. Y sin embargo de repente me entra una gran trsiteza, unas ganas de llorar. Llorar te descarga emocionalmente y es bueno si no es debilitante. En mi caso ignoro, más o menos de dónde procede ese dolor.

Tan solo puedo ponerme en manos de profesionales. Entre todos espero concluir soluciones. 

Perdón por hablar de mi, pero esto es un diario personal, hecho público. Si ya...


18/03/2023

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