Hoy miercoles me decidi a volver al programa metadonico. Es dificil definir mi estado emocional, en verdad no sé de que manera me encuentro, excepto que estoy bastante perdido. Salir a pasear largos trechos ya no me produce el placer de antaño. Veré si mejoro con la metadona. La verdad es que me fué muy bien y todavia no encuentro explicación porqué la dejé de golpe. Y no sentí nada de abstinencia sin tomar nada, tan solo me encontraba muy excitado, me dediqué a dar largas caminatas. Los jabalies ahora son mis amigos y les llevo comida. Se dejan acariciar y son como perros muy grandes. Resulta que estan tan acostumbrados a los humanos, que llegan hasta la misma carretera. La primera vez que los vi estaban comiendo comida de restos, que alguien habria tirado. Estaba tan cerca y sentí algo de miedo, pero alargue la mano una vez se acostumbraron a mi presencia, y uno de ellos se dejo acariciar la cabeza. Ahora cuando los veo siempre intento acercarme y les hablo. Es agradable verlos, salen por la tarde sobre las 6 horas y deben estar hasta las 4 hosa de la mañana.
Curiosamente el autobús del trayecto a Sant Boi tenia mi asiento delantero libre. El viaje me ha traido algunos recuerdos agradables que no he podido disfrutar. El Sol obstinadamente siempre a mi derecha, las carretaras rectilinias se doblan en las rotondas para llevar a los viajeros a su destino. A sus extremos lucen largas filas de árboles de color verde y ceniza sus troncos jovenes. Verlos por la ventanilla cómo van desapareciendo, desfilando ante los ojos, en cierto punto de la carretera aparecen de repente los mismos árboles pero más grandes, de troncos y follaje robusto. En dos semanas ya podré recomenzar el tratamiento. Deseo y espero que me funcioné como la primera vez, o mejor. Creo haber aterrizado un poco más. Aunque aún vuelo.
Ángel
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