viernes, 11 de noviembre de 2022

Una vez un gato me habló

 Así es, este estado borrachil que no suele gustarme por ser amante de sustancias más nobles. Te desinhibe y permite escribir estas cosas.

Y si es cierto y no es debido a la intoxicación. Un gato cuyos ojos cambiaban de forma al igual que los mios, me vió, y tuvo la osadia de acercarseme, ya que los gatos no son muy amigos mios como si lo son los perros. Y me miró, sus ojos cambiaron y mew habló. Lo he vuelto a ver, al mismo felino, pero ya no me habla. Y no es muy hablador, ya que sus ¿palabras? fueron pocas. 

Siempre me habia reido de que esta comunicación pudiera darse, ahora aseguro que existe. 

No fué sueño, o imaginación. O fantasia exacerbada por drogas. Nada de eso, que bien sereno estaba yo. 

El gato me habló, pero ahora ni el me dice ya nada.

Largas siguen las calles y las genmtes que pasan,  suben y bajan. Yo en medio buscando no se que cosa. Veo el mar y una barca de bordes de acero bruñido y fino que parece llamarme.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar

La música de mi amigo.

  Denominar sólo música es quedar corto. Es una obra filosofica/psicologica y más cosas que iré descubriendo, recordando. Tengo el placer de...