Así es, este estado borrachil que no suele gustarme por ser amante de sustancias más nobles. Te desinhibe y permite escribir estas cosas.
Y si es cierto y no es debido a la intoxicación. Un gato cuyos ojos cambiaban de forma al igual que los mios, me vió, y tuvo la osadia de acercarseme, ya que los gatos no son muy amigos mios como si lo son los perros. Y me miró, sus ojos cambiaron y mew habló. Lo he vuelto a ver, al mismo felino, pero ya no me habla. Y no es muy hablador, ya que sus ¿palabras? fueron pocas.
Siempre me habia reido de que esta comunicación pudiera darse, ahora aseguro que existe.
No fué sueño, o imaginación. O fantasia exacerbada por drogas. Nada de eso, que bien sereno estaba yo.
El gato me habló, pero ahora ni el me dice ya nada.
Largas siguen las calles y las genmtes que pasan, suben y bajan. Yo en medio buscando no se que cosa. Veo el mar y una barca de bordes de acero bruñido y fino que parece llamarme.
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