sábado, 6 de agosto de 2022

La nueva Luz

 





La Nueva Luz. 


Y así un día me levanté con el Sol en la cara. Un día maravilloso en que no me molestó la luz del Sol, la amé al sentir su tibieza en la cara. Aquella luz era diferente, estaba viva y envolvía toda la realidad creándola. Creían los antiguos griegos que la luz partía de los ojos como rayos lanzados contra los objetos, iluminándolos desde dentro. Sabemos es al contrario ahora. Pero si es ahora diferente el Sol y su luz que antes me cegaba, la siento ahora tan diferente. Es posible sea la miosis de la pupila. Es posible sea otra cosa, pero se agradece el cambio. En cierta época llegue a tener que usar gafas de sol en verano. Y así la luz tomó vida de manera graciosa, arrancando más colores a los árboles y plantas, a los letreros y las personas. Yo mismo me inundé de esa luz de verano que apartaba los tonos maravillosos de la primavera. Y los cubría de brillos y tonos antes ocultos. El asiento delantero del autobús casi siempre libre, el paseo por la carretera se sentía como un deslizarse entre calles, girando y virando, acelerando, parando. Hasta llegar al torrente, a la arboleda que flanquea la carretera terminando para ir a la derecha, marcando el camino que lleva a un bonito edificio modernista ¿? Es el Hospital Hermanas Hospitalarias de color blanco, parecido a un palacete de Paris o Versailles, un castillo medieval sin almenas ni puente. No guardo ahora el recuerdo preciso, y no voy a describirlo. Lo inventaría todo. Ya esa nueva luz me acompañó al entrar. Y cuando salí estaba más pletórico que nunca. Y soñaba flores en los desiertos. Hasta que, como todo, los sueños terminan al despertar. Y se tarda más o menos en olvidar lo soñado. Y se pierde cierta de esa luz en el proceso. Pero queda la suficiente, aquella que no me hirió la vista en la mañana. Y como decía no sé dónde, cada día me vuelvo más malo al ver el comportamiento de algunos. Aunque hay buenas personas no lo dudo. Pronto el Sol asomará su mirada y se apagaran las luces. Ya empieza a vencer la resistencia de la oscuridad, el negro está pasando al gris claro de tono ligeramente rojizo. Volverá de nueva esa luz a bañar el día, las personas y calles. Sigo sintiendo su perfume, su embrujo. No es ahora tan intensa, pero sigue aportando vida, alegría y mala leche.  

Si, Ya han regresado los marrones y los verdes a dar color a la arbolada. Ya empiezan tímidamente las aves a despertar, a cantar. El nuevo día se ha levantado sin nubes, vientos. Será un buen día de sábado.  

Haciendo “dedos” en el teclado. Antes sabia mecanografiar muy rápido, pero se olvida también muy deprisa. Aprendes sin darte cuenta y ya puedes escribir sin mirar el teclado. Pero dudo vuelva a practicar. En ocasiones en escribir una página como esta, puedo tardar como he tardado, dos horas, o una hora. O una hora y media. Y eso que no las corrijo y así quedan.  

06/08/2022 

Ángel navarro batista © 

Abufalia.es © Abufalia  


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