miércoles, 24 de agosto de 2022

Recuerdos de Mollet y otros

 





Interior de La Modelo. 






Al final ni me he ido de aquí ni nada. Esperaré a que muera esta red (Face). Os hablé de otras redes pero son muy técnicas, y soy consciente que muchas personas no tendrían los conocimientos para usarlas de manera correcta. Además aquí estáis los viejos amigos de Mollet. Mis vecinas inmediatas, no cito a naide pero ya sabéis quienes sois. Conocéis mi antigua casa y más o menos las cosas que ocurrían por allá. Cuando tuve que echar a Olga a la calle, creo fue algo que vio más gente de la que creo. Principalmente el vecino de enfrente. Escribir sobre ello me trae recuerdos casi olvidados. Uno de los más sorprendentes es que jamás tuve problemas con la policía por plantar Marihuana, y no era poca la plantada.
Estoy ahora ya hace 3 meses o más intentando conectar con Isabel. Con la Isa. Me he enterado está casada y tiene un hijo. Tengo que hablar con ella de esa época, preguntar por Carmen, el Lumi y escribir los recuerdos que le evoque aquellos años de total anarquía.
Hoy es el último día de fiesta mayor en Mollet. Si no me duele mucho esta mierda igual iré. De seguro encontraré alguien conocido. Lástima no tener una cámara decente o teléfono que funcione. Quien sabe si encontraré a quien no recuerdo y sin embargo si me recuerde. En Barcelona me han llegado a llamar por la calle por mi nombre o apodo de Mollet. Luchi era el apodo. Noche tarde ya, en Barcelona las ramblas me dirijo a mi pensión, bueno, hotel, pero tan cutre que se volvió pensión. Me llamó por mi nombre alguien y por mi apodo después al ver que no lo reconocía. Soy el Parri me dice. Lo miro largo rato y si, era el. Pero muy viejo y mal aspecto. Habían transcurrido casi 20 años. Me dijo haberme reconocido ya de lejos. Me alegré muchísimo y le di un abrazo. Me contó su vida desde que no lo veía. Lo conocí por la heroína cuando la dejó y se apunto al CASM a tomar metadona. Es curioso ver actuar la vida, el tiempo y las actitudes humanas.
Dejó la heroína pero se pasó al flunitrazepam o Rohipnol con coca cola. No era mala gente, lo convencí apuntarse a teatro que hacíamos en un local del ayuntamiento. Como talleres para yonquis. Un año duró estos talleres, éramos pocos pero comprometidos, lo pasábamos genial. Y conocer a los "mainstreams" políticos sin lamer culos a nadie, nos abrió puertas y cerró otras. Pero abrió más, así trajimos La Polla Records en lugar de El Último de La fila. El concejal de cultura quería tirar la casa por la ventana y pagar medio millón al Último de la Fila. Le pusimos discos de La Polla, conseguimos entrevistas con ellos, y actuaron por la mitad del dinero o menos, eso no recuerdo. Recuerdo que un rato que estuve en el cordón de seguridad, en una avalancha humana para romperlo, subir al escenario y tirarse al vacío, para que el publico te impida caer al suelo. Fuimos todos los que nos caímos, se rompieron mis gafas. Entonces me marché al bar donde estaba Esther. Me bañaron con cerveza y olvidé todo, con las gafas en el bolsillo. Ya me dediqué a bailar y beber cerveza. Aprovechando breves instantes donde alguien del grupo pedía le prepararan una buena raya de anfetamina o cocaina. En esa época la coca era muy cara y bastante mala. En la actualidad la calidad de la cocaina suele ser elevada. Mi colega Parri me contó como cambió la heroína por la coca y se enganchó a ella. Le tocó la lotería en dos ocasiones, cuando peor estaba. Las dos ocasiones se lo fundió todo en nada. Yo alucinaba escuchándolo y mirando su rostro irreconocible, ajado. El pobre enfermó de cáncer y lleva así un tiempo que no recuerdo. Volví a coincidir en la otra punta de Barcelona, parece ser iba a un Hospital.
Y hablando de libertad, de Benjamins Libet, de la cárcel y la realidad virtual.
Deambulo por la Modelo en 2007. Por el patio lleno de gente escuchando en mi cabeza todo tipo de ideas delirantes, raras y no tan extrañas. De nuevo "eres una máquina" la virtual te mueve. Al moverme existía una fuerza que "tiraba" de mi y me costaba resistirme, rasca la cabeza, mueve la mano. Luchando contra lo que fuera, me llevó hasta un escalón libre, sin ocupar. Me siento y ya había visto que alguien me miraba extrañado. Resultó que me senté al lado de un conocido de Mollet. Si, entre miles de personas.
Le conté porque estaba allí y no se lo podía creer. El estaba por hurto de vehículo, salió a los 4 o 5 días.
Puede ser una imagen de una persona, pasillo e interior
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