jueves, 18 de agosto de 2022

Sergio haz algo con esto.

 






Debo volver a tratar sobre la responsabilidad, la libertad de la persona. La libertad abstracta. Está dedicado a un amigo, a mi amigo Sergio. Sergio es posible me lea alguna vez y por ese motivo le escribo aquí, que me permite espacio. Desgraciadamente no te gustará como puedes imaginar lo que te voy a decir. Nadie te conoce, no menciono apellidos. Pongamos en alta cómo nos conocimos. Fue en la cárcel Brians 2. Violencia doméstica. Yo también estaba por lo mismo o doble, por quemar la puerta del piso de mi ex la psiquiatra loca. Este desagradable acontecimiento ocurrió bajo un episodio psicótico que sufrí en 2007. Allí nos conocimos, estaba tan loco como yo creo. Nos apuntamos a escuela, a Yoga que hacía el. Me propuso la peligrosa proposición de yo llamar a su ex pareja, con la que tenía orden de alejamiento. Yo hablaba con ella en las cabinas y él estaba cerca. Esto era muy raro. La chavala, muy guapa, por cierto, y loca. Me decía, ¿qué le pasa que no me mira? Seguro que me quito la camisa y todos me miran, menos él. Y otras cosas que no citaré. Nos pillaron y no nos castigaron yo creo por la amistad que yo tenía con los psicólogos, uno de ellos me quería sacar y yo no quería salir. Y se las arregló para sacarme a pasear los dos a una psiquiatra, en coche. Así hablábamos por el camino. Recuerdo su énfasis en que nunca abandonara la espiritualidad. Sergio es bisexual con preferencia por los travestis. Esto lo imagino yo. Esto no importa es para resaltar personalidad inestable. Llevas mucho tiempo fumando coca Sergio. Encima fumar que te anula. Si, seguro yo escribo esto fumándome un porro, vale. Igual he recogido colillas del suelo para liarlo y no me cuesta dinero. Ni me impide escribir, estudiar o pensar. Tú no estás haciendo nada excepto matándote. Y no estás solo, tienes una hija cabrón. Sabes porque te escribo esto verdad. Hablé con tu padre porque no me decías nada, aunque vi tus llamadas en Instagram. Tu padre sabes que me contestó. “Sergio está resurgiendo”, sabes que le dije. No me creo nada y tu Carlos eres culpable por apoyarlo. ¿Por qué me mientes?, yo sé qué hace. Imagino no le sentó bien, pero es la verdad y lo reconoció.  

Ya te he dicho, haz algo con tu vida. ¿Terminaste la carrera? Tío de verdad haz algo. Estaba en la cama y no dejaba de recordar tu mensaje de voz. Eres un imbécil.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar

La música de mi amigo.

  Denominar sólo música es quedar corto. Es una obra filosofica/psicologica y más cosas que iré descubriendo, recordando. Tengo el placer de...